Más fuertes cada vez...

Casi desde que apuñalaron a César a las puertas de la Curia de Pompeyo, el mundo clásico no ha dejado de recibir puñaladas y estocadas, incluso de los más allegados. De Maravall a Wert nos ha perseguido la maldición de Casandra y estoy convencido de que ello nos ha hecho más fuertes y nos ha unido más, a pesar de ser menos cada curso que pasa. El clamor poliglota por una defensa de las clásicas inunda la red, la educación y la sociedad. Basta darse un paseo al azar para comprobarlo, incluso por la “Europa Clásica”… y desde la C. Valenciana, como no, ayer mismo se redactó y publicó este “Manifiesto en defensa de las Clásicas”. Casandra diría que el griego, el latín, la cultura clásica son una adquisición para siempre, que castigar a la cultura clásica sin clase y también al griego es el mayor de los actos impíos que nadie puede cometer. Y aun así los ministros troyanos siguen sin escuchar, sin aprender… Cómo hubiera cambiado todo si el latín se hubiera mantenido como la lengua común…, pero los ases, los óbolos… y sobre todo los dólares y las libras pudieron más, mucho más… Ahora se apunta al griego, a la cultura clásica, luego será el latín y después…., ni los dioses se atreven a imaginarlo! Pero si hasta la mitología musivaria griega era la más apreciada por los romanos como símbolo de civilización, ¿qué considerarán algunos como civilización? Andan inquietos  Hipócrates y Galeno ante tan bárbaros enfermeros que siguen en su empeño de matar al latín y al griego. Thalía deambula triste por el Parnaso, temerosa, pues, a pesar de que Hispania rezuma teatro grecolatino tanto en estos lugares como en aquellos otros, le asusta que el desánimo infecte como un virus mortal  a docentes y discípulos…

Pero la dodra nos fortalece y nos anima a preguntar “¿qué día será la boda?”, ¿qué semana especial nos depara el inquieto futuro?... Un futuro que tiene un faro que desde Sagunto brilla entre las tinieblas otoñales, la X Jornada…

Seguro que de aquí saldremos mucho más fuertes y unidos que todas las legiones imperiales y las falanges macedonias del Gran Alejandro. ¡Viva el latín! ¡Viva el griego! ¡Viva la cultura clásica!